Antes de comenzar queremos que pienses en cómo sería tener un huerto comunitario cerca de casa. Y que pudieses trabajar en él y disfrutar de sus frutos llegado el momento. Un espacio de reunión, en el que conocer mejor a quienes viven cerca de ti y compartir recursos. Algo parecido a vivir en un pueblo y compartir con un amable vecino una cesta de limones o albaricoques recién recogidos del árbol.
Los jardines comunitarios están apareciendo con fuerza en todo el mundo en los últimos años. Algunas personas lo relacionan con que existe una mayor conciencia sobre los problemas ambientales y la necesidad de reducir el desperdicio de alimentos.
Incluso algunas comunidades de propietarios/as han comenzado a instalarlos en espacios comunitarios o zonas comunes. Vemos ejemplos en jardines y azoteas. Los beneficios más inmediatos son el fomento de las relaciones vecinales y la educación ambiental entre los más pequeños. Y como añadido, reducir las emisiones de CO2, e incluso mejorar el rendimiento energético del edificio.
En este tipo de huerto nos centramos hoy. Te contamos el qué, el cómo y el por qué de los huertos comunitarios en espacios vecinales privados.
Qué es un huerto comunitario
Un huerto o jardín comunitario, es una práctica que se basa en la agricultura. En concreto, consiste en emplear una zona de tierra ubicada en espacios públicos para realizar labores de jardinería y horticultura. Los lugares más habituales para este tipo de actividad son: escuelas, parcelas abandonadas, parques, edificios públicos u otros lugares públicos.
En la actualidad, también se llaman huertos comunitarios a aquellos que se ubican en comunidades de propietarios, si bien no se trata de espacios públicos, tienen en común que son atendidos por una comunidad de personas.
Curiosidades de los orígenes de los huertos comunitarios
En Europa se desarrollan iniciativas ya en los años setenta. En Países Bajos y Gran Bretaña un referente es el movimiento de Granjas Urbanas y Jardines Comunitarios (City Farms and Community Gardens). Desarrolla proyectos de huertos y también de cría de animales de granja en entornos urbanos.
11 Beneficios de instalar un huerto urbano en una comunidad de vecinos
Más allá de ser un pasatiempo compartido con el resto de tu comunidad, instalar un huerto de estas características en tu comunidad favorece:
- El aprovechamiento de un espacio común de la comunidad de vecinos que esté en desuso.
- La mejora de las relaciones entre vecinos. Fortalecimiento de vínculos intergeneracionales diferentes y más estrechos de los que se suelen generar en el día a día.
- Una actividad que reduce el estrés diario. Ayuda a desconectar.
- Satisfacción personal al disfrutar de las verduras, frutas y hortalizas que hemos plantado, cultivado y recolectado.
- Promoción del compañerismo y la solidaridad vecinal. Se comparten horas de trabajo, materiales y el fruto del trabajo, nunca mejor dicho.
- Una experiencia divertida, sobre todo para los/as más pequeños/as. Descubrimiento del origen de lo que comen.
- Un espacio para que las personas socialicen mientras trabajan en el jardín.
- La expresión de la creatividad a través de la jardinería. La conexión con la naturaleza cultivando sus propios alimentos o polinizadores.
- El aprendizaje de habilidades de cultivos orgánicos.
- Creación de un lugar de celebración. Muchos grupos organizan festivales de cosecha y floración, eventos de sidra, talleres de enlatado y mucho más.
- Se ha comprobado que este tipo de actividad tiene beneficios en la salud mental.
Normativa relativa a huertos en zonas comunitarias
Requisitos para tener un huerto urbano
Para poder instalar un huerto en la azotea o cubierta de un edificio comunitario, o cualquiera de sus zonas comunes será necesario:
Acuerdo por mayoría de las tres quintas partes de la Comunidad de Propietarios
Según el artículo 17.4 de la Ley de Propiedad Horizontal “ningún propietario podrá exigir nuevas instalaciones, servicios o mejoras no requeridos para la adecuada conservación, habitabilidad, seguridad y accesibilidad del inmueble, según su naturaleza y características”.
La Ley de Propiedad Horizontal sí contempla la posibilidad de que se alcance un acuerdo por mayoría de las tres quintas partes para hacer este tipo de mejoras de carácter no necesario.
Las obras necesarias para este tipo de mejoras y los gastos derivados se dividirán entre quienes estuvieron de acuerdo en la votación, excluyéndose del pago a los disidentes.
Informe técnico certificado por el colegio de Arquitectos o el Colegio de Aparejadores
Si la comunidad llega a un acuerdo, y se decide colocar el huerto en la azotea, será necesario un informe técnico de cargas. Este analizará el peso por metro cuadrado que puede soportar la cubierta. Así se garantiza que no compromete la seguridad del edificio.
También debe asegurarse la estanqueidad de la cubierta, para que no produzca humedades por filtración.
Situación, diseño de los espacios de cultivo y elección de las especies
- Para que el huerto prospere hay algunos aspectos a tener en cuenta, como procurar que reciba suficientes horas de luz natural. Lo mejor es una orientación sur, y evitar que quede expuesto a fuertes ráfagas de viento que puedan dañar tanto la tierra como las plantas cultivadas.
- Dónde vamos a cultivar: lo más sencillo es utilizar macetas o maceteros, de buen tamaño y con al menos 8 centímetros de profundidad. Si son de barro ayudarán a conservar la temperatura de la tierra. Otra opción son las mesas de cultivo, más cómodas para personas que tengan dificultades físicas para agacharse de manera recurrente.
- Un elemento importante es el sistema de riego. La mayor parte de verduras y hortalizas requieren ser regadas a diario. Una opción muy eficiente es instalar un sistema de riego por goteo.
- Debemos tener una planificación precisa de qué queremos plantar y cuándo es la temporada de sembrar y de cosechar las hortalizas escogidas.
- Algunas plantas agradecidas para un huerto de este tipo son: las espinacas, las habas, lentejas y legumbres, las fresas o las plantas aromáticas, la cebolla, el ajo, la lechuga, el tomate, la zanahoria, el rábano, la berenjena, el pimiento y el pepino.
Normas de régimen interno sobre el uso del huerto
Si prosperan o no las frutas, verduras y hortalizas plantadas en el huerto de nuestra azotea dependerá en gran medida de la implicación de la comunidad.
Es conveniente acordar unas normas e incluirlas en el reglamento de régimen interno de la comunidad. Tendrán que recoger cómo se distribuirán los gastos, los turnos de trabajo, así como la repartición de aquello que se coseche.
Ayudas para creación de jardines comunitarios
Algunos ayuntamientos ofrecen subvenciones a las Comunidades de Propietarios que instalen un huerto comunitario. La intención es promover las cubiertas y azoteas verdes en la ciudad.
En Es Terrat nos gustan los huertos comunitarios
Muchas personas no tienen la oportunidad de tener su propio jardín en la ciudad, pero siempre pueden conseguir uno a través de esta opción. El mero hecho de ver el paisaje de un jardín en una comunidad de vecinos, en el centro de la ciudad, puede ayudar a reducir el estrés.
En Es Terrat pensamos que menos estrés es más tranquilidad y, en consecuencia, se favorece la buena vida vecinal.